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Durante los últimos 22 años, el Festival Cumbre Tajín se ha consagrado como un modelo que procura y salvaguarda el patrimonio cultural de los Totonacas. Este modelo se basa en la difusión de su forma de concebir el mundo, su gastronomía, arte, salud e idioma; lo que demuestra que es una raíz viva y en constante adaptación al mundo moderno.

Era 1999 cuando el mundo conoció por primera vez a Cumbre Tajín, un festival que buscaba resaltar lo mejor de la cultura totonaca; después vino la construcción del parque temático Takilhsukut en 2001.

La cosmogonía del pueblo totonaca cada vez era más visible ante los ojos del mundo, visitantes de todas las latitudes arribaban a la tierra de los tres corazones.

Rituales como el Litlán mostraron a la humanidad el respeto de los indígenas a sus tradiciones.

Cumbre Tajín está más viva que nunca. La edición de 2023 se considera como la más grande de su historia; la asistencia alcanzó 713 mil 200 personas de asistencia y una derrama económica de más de 500 millones de pesos.

La Secretaría de Turismo y Cultura se dedicó a darle un nuevo enfoque a esta festividad manteniendo el enfoque cultural, académico y rescatando el conocimiento de la cultura Totonaca. Sin olvidar los grandes conciertos y las actividades para todas las edades.

Uno de los principales logros de Cumbre Tajín fue la creación -en 2006- del Centro de las Artes Indígenas, un espacio cultural integrado por 16 casas escuela que quedó inscrito en la Lista de Buenas Prácticas para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural.

En este espacio, los abuelos totonacos se encargan de perpetuar sus conocimientos, impartiéndolos a las nuevas generaciones. Entre ellas se encuentra el Kantiyán o Casa de los Abuelos, un espacio de oración y meditación, sede también del Consejo Supremo Totonaca.

Hoy en la Escuela de Niños Voladores se capacita a niños y niñas desde los cuatro años, siendo educados en el respeto a la naturaleza y el amor a la cultura heredada por los ancestros.

El resto de las escuelas, también llamadas nichos, que integran el CAI son la Casa del Arte de Sanar, Casa del Mundo del Algodón, Casa de Alfarería Tradicional Totonaca, Escuela de Danzas Tradicionales, Casa de la Música, Casa del Teatro, Casa del Turismo Comunitario, Casa de la Agricultura Tradicional, Casa de la Carpintería, Casa de la Tierra Totonaca, Casa de la Palabra Florida, Casa de las Pinturas, y la de Medios de Comunicación y Difusión.

Hay además una que merece especial atención, por el impacto que ha logrado a nivel mundial, la Casa de la Cocina Tradicional, integrada por las llamadas Mujeres de Humo, seis mujeres y un varón que han llevado la gastronomía totonaca a niveles nunca previstos.

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