¡Yucatán es color!
Hablar de Yucatán, es hablar del origen, del sentido de la vida y de las cosas. Es encuentro y pertenencia. Es evocar la mexicanidad y la cultura viva. Es reconocer y sentir el legado sagrado de los mayas con sus sitios arqueológicos, cenotes y grutas. Es maravillarse con el arcoíris de biodiversidad que se pinta entre su selva y playas. Es apreciar e imaginar la majestuosidad de sus haciendas henequeneras y edificios coloniales. Es epicentro de manos artesanas que preservan la cultura y celebran la vida. Es sentir y recordar los sabores de la gastronomía tradicional y contemporánea. Es una experiencia donde pasado y el presente se unen. Es descubrir el misticismo de sus pueblos mágicos. Es sentir la calidez y hospitalidad de su gente, cobijados por la sombra de una Ceiba. Es dejarse llevar por el son de una trova o jarana, recordando al ser amado. Es admirar la creatividad y el desarrollo de una comunidad genuina, inquieta y pujante. Yucatán es un auténtico paraíso... YUCATÁN ES COLOR.